76 Trombones

by Jay McAdams

You know how sometimes things come together better than you could have planned them? This spring we went on our fourth Cultural Envoy mission to El Salvador, teaching and performing. Because we’ve had a years-long relationship with El Salvador’s youth symphony, whenever we’re there we try to check-in with them. After teaching a workshop there in April, we were chatting with one of the youth symphony members, a trombone player named Oscar. We met Oscar when he was just a little kid. Now he’s a big kid. It was great to see him again. He told us how he lacked opportunity in El Salvador to continue his music education. Afterwards, Deb and I were talking about Oscar and wishing we could help him more. Then we thought, wait a minute. Why can’t we? We’ve got the internet, we’ve got skype, we’ve got access to world-class musicians at The Colburn School in LA where Deb is the head of Drama. So why can’t we connect Oscar to resources, even if just to give him moral support? So we asked Diego, the Communications Director at the Youth Symphony, if he’d be interested in setting up a skype call with Oscar... that’s assuming we could find a music expert willing to counsel Oscar about his career. Diego was thrilled and kept bugging us until we made it happen.

Fast forward a few months... to last week... in Deb’s office at The Colburn School, just across from the world famous Walt Disney Concert Hall. Dr. Nate Zeisler, Colburn’s Director of Community Engagement and Continuing Education, and Deb are sitting staring at a computer screen. They are listening intensely, finally having their skype call with San Salvador. Nate was so impressed with Oscar that he introduced him to a Trombone professor he knows at a university and went about checking to see if he could find scholarships for Oscar. So our pal Oscar ended this call with the hopes of getting into a U.S. university because of the help of the great Nate Zeisler. And that help came because of 24th STreet’s work in El Salvador. And that happened because the City of LA’s Cultural Affairs Dept sponsored us to serve the U.S. Embassy with Cultural Programming. And that happened because we chose to return to the youth symphony because we’d had such a great experience with them in previous visits. And Oscar chose to come to our class in April because he’d had a great experience with us in the past. And the synergy goes on and on and on. This is the ripple effect that happens when a non-profit gets a grant to inspire, when artists have the opportunity to work abroad, when the powerful artforms of theatre and music intersect, and when non-profits join forces to solve problems. When these things come together, hope is born thousands of miles away. And when there is hope...ahhhhhh the world’s a better place.

76 Trombones

por Jay McAdams

¿Sabes cómo a veces las cosas se juntan mejor que lo que tu podrías si las hubiera planeado? Esta primavera nos fuimos en nuestra cuarta misión como Enviado Cultural a El Salvador, para enseñar y actuar. Debido a que hemos tenido relación de años con la sinfónica juvenil de El Salvador, cada vez que estamos ahí tratamos de hacer contacto con ellos. Después de darles un taller en abril, estuvimos charlando con uno de los miembros de la Sinfónica Juvenil, un trombonista llamado Oscar. Conocimos a Oscar cuando él era apenas un niño. Ahora él es un niño grande. Fue genial volver a verlo. Él nos contó que le faltaba la oportunidad en El Salvador para continuar su educación musical. Poco después, Deb y yo estábamos hablando de Oscar y deseando poder ayudar más. Entonces pensamos, espera un minuto. ¿Por qué no podemos? Tenemos internet, tenemos skype, tenemos acceso a los músicos de primera clase en la Escuela Colburn en Los Ángeles, donde Deb es la cabeza del departamento de Drama. Así que ¿por qué no podemos conectar a Oscar con estos recursos, aunque sea sólo para darle apoyo moral? Así que le preguntamos a Diego, el Director de Comunicaciones de la Sinfónica de la Juventud, si estaría interesado en establecer una llamada skype con Oscar.... eso es, nosotros podíamos encontrar un experto en música dispuesto a asistir a Oscar sobre su carrera. Diego se emocionó y se mantuvo “fastidiándonos” hasta que lo hicimos posible.

Un avance rápido de unos pocos meses ... la semana pasada ... en la oficina de Deb en la escuela Colburn de Artes performativas, justo al otro lado de la famosa sala de conciertos Walt Disney, el doctor Nate Zeisler, Director de Vinculación Comunitaria de Colburn y Educación Continua, y Deb estaban sentados mirando la pantalla del ordenador. Estaban escuchando intensamente, y finalmente, después de tener su llamada por skype con San Salvador, Nate quedó tan impresionado con Oscar, que le presentó a un profesor de Trombón que el conoce en una universidad y se fue a investigar para ver si podía encontrar una beca para Oscar. Así que nuestro amigo Oscar terminó este llamado con la esperanza de entrar en una universidad estadounidense con la ayuda del gran Nate Zeisler. Y esa ayuda vino por el trabajo del Teatro 24 en El Salvador. Y eso ocurrió porque el Departamento de Asuntos Culturales de LA nos patrocinó para servir a esta embajada de Estados Unidos con la Programación Cultural. Y eso sucedió porque decidimos volver a la sinfónica juvenil, ya que habíamos tenido una gran experiencia con ellos en visitas anteriores. Y Oscar eligió venir a nuestra clase en abril debido a que había tenido una gran experiencia con nosotros en el pasado. Y la sinergia sigue y sigue y sigue. Este es el efecto dominó que sucede cuando una organización no lucrativa recibe una subvención para inspirar, cuando los artistas tienen la oportunidad de trabajar en el extranjero, cuando estas poderosas formas de arte como el teatro y la música se cruzan, y cuando las organizaciones sin fines de lucro se unen para resolver problemas. Cuando todas estas cosas se juntan, nace la esperanza a miles de kilómetros de distancia. Y cuando hay esperanza... ¡Ahhhhhh, el mundo es un lugar mejor!